Es común abrazarse, quedarse acostado, bañarse, pero hay otras que seguramente también te han pasado, algunas tienen sentido, otras no tanto.
– Celebrar el tiempo. Todos hemos celebrado haber aguantado mucho tiempo teniendo sexo, o la cantidad de semen eyaculado que provocó nuestro encuentro.
– Revisar el condón. Por si acaso, siempre es mejor revisar que el condón no se haya roto. Mejor prevenir que lamentar.
– Acostarse en otro lado de la cama. Por muy bueno que haya sido el encuentro, es mejor acostarse en un área que libre de humedades.
– Devolver las llamadas perdidas. Familia o amigos, no importa, hay que ver qué pasó en el mundo mientras estabas “en el acto”.
– Pensar en faltar al gimnasio. El buen sexo quema calorías, así que hay permiso de faltar un día al gimnasio.
– Buscar la ropa interior. En la euforia, la ropa interior sale volando en diferentes direcciones, y puede provocar una intensa búsqueda por la habitación o la casa entera.
– Revisarse. Ir al baño a orinar y revisar que la zona íntima esté bien, sin irritación o cualquier otra anomalía.
– Mirarse al espejo. Las mujeres se sienten más seguras de sí mismas, más bellas y sin vergüenza de mostrarse por completo desnudas, así que dedican unos instantes a admirarse.
Info de: Women’s Health