En la vida, nos enfrentamos a una variedad de desafíos que pueden sacudir las bases emocionales y afectar la vida cotidiana. Entre estos desafíos, las tragedias personales pueden tener un impacto profundo en la relación íntima entre las parejas, incluido su desempeño sexual. Desde la pérdida de un ser querido hasta problemas de salud graves o dificultades financieras, estas experiencias pueden generar estrés, ansiedad y depresión, afectando la conexión emocional y física entre los compañeros. La vida sexual va cambiando a lo largo de los años y de lo que se va viviendo a través de ellos. Es casi imposible mantener el deseo sexual frente a ciertas circunstancias difíciles de la vida. Es algo que se tiene que tomar en cuenta para ser comprensivos con nuestras parejas y con nosotros mismos.
Uno de los principales efectos de las tragedias que suceden a lo largo de la vida en el desempeño sexual de una pareja es el aumento del estrés. El estrés crónico puede afectar negativamente la libido y la capacidad de experimentar placer, lo que puede convertirse en una disminución del interés en la intimidad sexual. Además, la ansiedad y la depresión asociadas con las vivencias trágicas pueden provocar cambios en el estado de ánimo y la autoestima, lo que también puede influir en la vida sexual de la pareja.
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Las tragedias también pueden generar tensiones emocionales dentro de la relación. El duelo, la ira, la culpa y otros sentimientos pueden interponerse en la comunicación abierta y la intimidad emocional, lo que dificulta la conexión sexual. Además, las parejas pueden enfrentar dificultades para encontrar tiempo y energía para la intimidad en medio de la lucha contra los desafíos que enfrentan. Y por si esto fuera poco, la reacción de hombres y mujeres es distinta. Muchos hombres se quejan de la falta de apetito sexual de sus parejas, sin considerar las situaciones que viven. En todo caso la empatía es un factor que los ayudará a volver a generar el deseo.
Principales tragedias que pueden mermar la sexualidad en pareja
Depresión posparto. Entre el 10 y el 15% de las mujeres desarrollan depresión posparto, que afecta el deseo sexual y puede causar daños serios en un matrimonio joven. No es común que se reconozca a tiempo la gravedad de este fenómeno, hay que acudir al psiquiatra y a psicoterapia para combatirlo.
Enfermedades graves. Cuando uno se siente inseguro, débil, amenazado, es difícil pensar en sexo. Muchas veces se complica el reconocer ante uno mismo la gran vulnerabilidad que sentimos, y el hacerse el fuerte no ayuda. Cuando el cuerpo queda marcado, como por ejemplo en el cáncer de mama, hay que ser todavía más pacientes. El contacto físico ayuda, hay que ser generosos con los abrazos, no presionar y esperar a que la confianza y la llama del deseo vuelvan a surgir.
Duelos. La ausencia de un ser querido puede ser devastadora. El duelo puede durar muchos meses, pero es posible recuperar la vitalidad del sexo si se tiene una pareja comprensiva.
Desempleo. Es casi como un duelo porque se nos va también cierto sentido de identidad. La incertidumbre y todas las dudas sobre nosotros mismos aparecen. El tema de sentirnos sensuales es imposible. Hay que pensar fuera de la caja, somos más que un empleo y hemos superado momentos más difíciles que esta. Mientras la redefinición llega, trabaja en mantenerte fuerte como pareja: mejor lidiar una sola batalla que dos.
Es importante que las parejas reconozcan y aborden estos desafíos juntos. La comunicación abierta y honesta es fundamental para superar las tragedias y mantener una conexión íntima. Buscar apoyo profesional, ya sea a través de terapia individual o de pareja, puede proporcionar herramientas y estrategias para manejar el estrés y mejorar la relación. Además, encontrar formas alternativas de intimidad, como el contacto físico no sexual y el apoyo emocional mutuo, puede ayudar a mantener la conexión durante momentos difíciles.
En última instancia, las tragedias pueden ser pruebas difíciles para una relación, pero también pueden ser oportunidades para crecer juntos como pareja. Al enfrentar los desafíos de manera colaborativa y compasiva, las parejas pueden fortalecer su vínculo y encontrar formas de mantener una vida sexual satisfactoria a pesar de las dificultades.
¡Libera tus sentidos!
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