Estas son las claves para que tu “lecho” se vuelva escenario de película erótica.
Hay que buscar la fortaleza y el tamaño perfectos. Que sea lo bastante ancha como para retozar, fuerte y silenciosa para soportar movimientos rudos, y suficientemente mullida como para permanecer en ella cómoda y lánguidamente durante horas.
Siempre lista. Nunca arrastres a tu amante a una cama desordenada o sin hacer, y asegúrate siempre de que las sábanas estén frescas y limpias. Resulta sensual en extremo cubrirla con pilas de cojines y suaves mantas o colchas. Las mejores sábanas son las de algodón ligero, pero quizá quieras probar con sábanas de satín en ocasiones especiales. Todos los tejidos que haya en la habitación tienen que invitar a sentir su tacto, sillones mullidos, almohadas esponjosas. Además los puedes perfumar, los aromas almizcleños tienen poderes afrodisíacos.
Multiplica tu imagen. Si te es posible, pon una pared de espejos o un espejo grande al lado, delante o encima de la cama. Observarse haciendo el amor puede ser tan intenso como cualquier estímulo físico.
Coloca “indirectas”. Grabados eróticos, fotografías o figuras sensuales en lugares estratégicos los pondrán en el mood.
Complementos. Debes tener siempre a mano, cerca de la cama, una pequeña reserva con todo lo necesario para hacer el amor: condones, cremas y aceites corporales, una toalla limpia, pañuelos desechables, fotografías, lecturas eróticas y todos los juguetes sexuales y complementos que te guste utilizar o tomar: vibradores, plumas, velas…
The Sensual Tea puede estar en ese cajón, claro, pero recuerda que debes tomarlo 1 hora antes, para sacarle el máximo provecho y que el placer dure y dure.