Responder esta pregunta no es simple. En un estudio realizado a 500 estudiantes (67% mujeres), todos completaron una entrevista online en las que se les planteaba un caso hipotético: “Alguien que conoces (sujeto A) está manteniendo una relación sentimental con otra persona (sujeto B). Descubres que A ha mantenido contacto sexual con una tercera persona (sujeto C). Indica cual es la probabilidad de que informes a la persona B de este hecho. Para ello, juzga a cada persona implicada de forma individual”.
A todos se les dio información adicional y contextual sobre la víctima de la infidelidad, sobre la persona que la cometió y sobre la tercera persona implicada, así como las circunstancias que rodeaban cada hecho. Así, las conclusiones fueron las siguientes:
- Se tiende a contar la información del adulterio si la persona que lo comete está siendo mantenida por la pareja engañada.
- No se comenta o se comenta menos a si es la persona B quien aporta el dinero a la pareja.
- Si la persona A (la infiel) ya ha cometido otras infidelidades, la probabilidad de que se cuente es mayor.
- Hay más probabilidades de exponer el caso si la relación de pareja está pasando por un momento de transición importante (por ejemplo, si se van a casar), si el comportamiento del infiel continua o si el sujeto C es portador de alguna ETS.