Realmente no se sabe si esta práctica es originaria de Singapur, ya que existen historias que cuentan que viene del Kamasutra hindú o de Tailandia. Lo que sí sabemos es que es una práctica deliciosa que vuelve locos a los hombres desde tiempos ancestrales. Pero, ¿en qué consiste? Aquí te vamos a contar todo al respecto y te diremos qué ejercicios puedes hacer para lograrlo.
El beso de Singapur es una práctica sexual que consiste en contraer los músculos vaginales mientras el pene está dentro. Como consecuencia se produce un masaje súper estimulante para el miembro masculino y además resulta placentero para la vagina, ya que las contracciones brindan placer. Aunque la práctica es más conocida hoy en día, lograrla no es tarea sencilla, pues se necesita un adiestramiento muscular que requiere que la zona pubococcígea se encuentre tonificada y con fuerza suficiente. No es para amateurs, pero la práctica hace al maestro; así que chécate estos ejercicios y comienza a entrenar para regalarle a tu pareja sexual los orgasmos más ricos. ¡Toma nota!
Conoce otros nombres que se le da a esta práctica: ¡La Cangrejera!
¿Cómo hacer el beso de Singapur? Paso a paso
Primero debes identificar cuáles son tus músculos pubocoxígeos, ya que ellos serán los protagonistas de la práctica. Se encuentran en el suelo de la pelvis y forman –junto con los ileocoxígeo y puborrectales– el músculo elevador del ano.
- Para comenzar, tu pareja con pene tiene que colocarse debajo de ti. Puedes probar con posiciones como la Vaquerita y/o la Amazona. Una vez que la penetración esté a fondo es cuando deberás apretar y soltar para darle estimulación al pene. Lo ideal es ir apretando de forma ordenada cada músculo, desde arriba hasta abajo.
- El acto se lleva a cabo en tres fases: primero, cubre el glande y aprieta, luego baja a la mitad y aprieta, una vez que llegue hasta el fondo, vuelve a apretar. Más adelante deslízate hacia fuera, quedando el glande adentro como al inicio para volver a empezar.
Ejercicios que puedes hacer para fortalecer tus músculos pélvicos
Lo más recomendado es hacer Kegel: ejercicios de compresión vaginal, que puedes hacer en cualquier momento, incluso sentada en la oficina o en el avión. Para lograrlo, realiza con tu suelo pélvico el mismo movimiento que harías si quisieras cortar el flujo de orina. Se recomienda comenzar con unas 20 repeticiones, 3 veces al día. Verás que conforme pasen los días , la fuerza en la zona será mayor y podrás incrementar las repeticiones y las sesiones sin sentir incomodidad. Este ejercicio, además de favorecer prácticas placenteras como el beso de Singapur, ayuda a remediar la incontinencia y tonifica tu vagina.
Otra forma sencilla de hacer ejercicios de Kegel es sentarte al borde de la cama o una silla, separar las piernas un poco, colocar las manos en las rodillas, inclinar el tronco hacia adelante, contraer tu suelo pélvico, aguantar esa contracción unos segundos y, por último, relajar los músculos. No duele ni molesta, simplemente es un ejercicio de autocontrol de tus músculos. Una vez que domines este nivel, puedes incluir huevos yoni, bolas chinas o pesas Kegel para comenzar con el entrenamiento de peso.
Cuando los músculos del suelo pélvico de la mujer están en plena forma, lo mejor para practicar el beso de Singapur es montar al hombre, con tranquilidad y calma, y que la mujer comience a contraer los músculos pubocoxígeos como si estuviera haciendo sus Kegel.
A partir de este momento, las posibilidades son infinitas y la comunicación entre los miembros de la pareja es imprescindible para saber si se está logrando de forma adecuada. El beso de Singapur puede combinarse con la contracción de los músculos abdominales, con una ligera penetración, con una penetración más profunda, con movimientos de la cadera… ¡Todo queda en tu creatividad e imaginación!
¡Libera tus sentidos!
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